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Reacciones alérgicas a picaduras de abejas y avispas

Reacciones alérgicas a picaduras de abejas y avispas 2560 1627 Federico de la Roca Pinzón

Las abejas y avispas pertencen al orden de los insectos himenópteros. Estos reciben su nombre debido a sus características alas membranosas. En el caso de las abejas y las avispas se trata de 2 pares de alas, siendo las posteriores un poco más pequeñas que las anteriores. Desde el punto de vista alergológico, las picaduras de abejas y avispas, son responsables de la gran mayoría de reacciones alérgicas debido a las picaduras por insectos.

¿Las abejas y las avispas son insectos peligrosos?

No, tanto las abejas como las diferentes especies de avispas que habitan la Península Ibérica no son consideradas insectos peligrosos. Si bien pueden adoptar una actitud agresiva, la picadura sólo suele suceder cuando se sienten amenazados, en especial si nos acercamos demasiado a sus nidos.

¿Por qué pican las abejas y las avispas?

Las picaduras de abejas y avispas son una medida de defensa más que de ataque. En muchos casos puede tratarse de una picadura disuasoria para evitar que nos acerquemos al nido. Si esta medida no funciona, la actitud puede ser más agresiva conllevando así múltiples picaduras por más de un insecto a la vez. Esto es lo que sucede con las avispas, las cuales pueden picar más de una vez.

En el caso de las abejas estas sólo pueden picar una vez ya que tras la picadura mueren. Esto se debe a que al dejar el aguijón en el sitio de la picadura este se desprende del insecto desgarrando su abdomen. Tras la picadura la abeja muere por evisceración.

¿Son frecuentes las picaduras por abejas y avispas?

Sí, al ser insectos que conviven en nuestro entorno las picaduras de abejas y avispas son frecuentes. Se estima que al menos el 56 al 94% de la población adulta ha sido picado alguna vez a lo largo de su vida por alguno de estos insectos

¿Qué tipos de reacciones produce la picadura de abejas y avispas?

Las reacciones por la picadura de abejas y avispas se pueden dividir según el tipo de reacción entre alérgicas y no alérgicas; y según la intensidad de la reacción en local o sistémica.

La mayoría de las reacciones que se producen tras la picadura de una abeja o avispa es una reacción no alérgica, que en la mayoría de los casos se trata de una reacción local. Estas reacciones se deben a los componentes propios del veneno. En el sitio de picadura se observa una reacción inflamatoria que se caracteriza por edema (hinchazón), rojez y dolor. La inflamación no suele superar los 10 cm de diámetro y suele remitir entre 24 y 48 horas tras la picadura.

En el caso de las reacciones alérgicas, estas son poco frecuentes, y sólo se producen en personas que previamente han desarrollado una respuesta inmune ante el veneno. Estas reacciones no se deben exclusivamente a los compuestos del veneno si no a la respuesta inmunológica que estos producen en la persona que sufre la picadura.

Las reacciones alérgicas pueden ser locales o sistémicas dependiendo de la intensidad de la respuesta inmune ante el veneno. Los síntomas de las reacciones locales alérgicas son similares a las no alérgicas. Si el edema y la rojez (reacción inflamatoria) se extiende por más de 10 cm de diámetro, abarca 2 articulaciones y persiste por más de 24 – 48 horas se considera una reacción local extensa. En general las reacciones locales, incluso en pacientes alérgicos no revisten de gravedad.

Las reacciones sistémicas son poco frecuentes, pero son las que más revisten de gravedad. Tras la picadura, además de la reacción inflamatoria local, los pacientes alérgicos al veneno pueden experimentar síntomas cutáneos como picor y “ronchas” en todo el cuerpo (urticaria aguda), dolor abdominal con nausea y/o vómitos, dificultad respiratoria, bajada de tensión (hipotensión) y pérdida de la conciencia (síncope). La presencia de hipotensión o de un sincope tras la picadura de una abeja o avispa indica que el paciente esta cursando con un shock anafiláctico y que precisa de atención de urgencia inmediata ya que su vida esta en peligro.

¿Cómo se diferencia una reacción alérgica de una que no lo es?

En líneas generales, la diferencia se establece por la intensidad de los síntomas.

Si se limita a una reacción inflamatoria local en el sitio de la picadura que no sobrepasa los 10 cm de diámetro muy probablemente nos encontremos ante una reacción local no alérgica. Sí la inflamación se extiende más de 10 cm de diámetro o si incluye cualquier otro síntoma como picor generalizado, molestias abdominales, dificultad respiratoria o pérdida de la consciencia, la probabilidad de que el paciente sea alérgico es muy alta.

¿Cómo saber si es una picadura una abeja o una avispa?

Es frecuente el caso en el que los pacientes hayan sido picados por algún insecto, pero no puedan identificarlo, ya sea porque no lo vieron en el momento de la picadura o porque no pueden diferenciar una abeja de una avispa (o de cualquier otro insecto). Si en el sitio de la picadura se observa el aguijón es muy probable que el insecto responsable sea una abeja. Las abejas mueren tras la picadura por lo que una abeja sólo puede picar una única vez. Si se sufren varias picaduras a la vez y en ninguna de ellas se visualiza el aguijón, es muy probable que la picadura se deba a avispas.

¿Cómo saber si soy alérgico al veneno de las abejas o al de las avispas?

Siempre que se sospeche de haber presentado una reacción alérgica por veneno de abejas o avispas se debe de consultar con un especialista en alergología. Los síntomas que se tuvieron tras la picadura aportan mucha información sobre el tipo de reacción presentada. Si los síntomas son compatibles con una reacción alérgica se realizan analíticas de sangre específicas, así como pruebas cutáneas con los venenos de las abejas y avispas. Estas últimas pruebas no están exentas de riesgo por lo que sólo deben de realizarse por personal experimentado y en instalaciones adecuadas para las mismas. No son pruebas que se realicen de forma rutinaria en una consulta. En su conjunto, la información de la reacción tras la picadura, los valores de la analítica de sangre y el resultado de las pruebas cutáneas permiten diagnosticar a aquellos pacientes alérgicos al veneno de las abejas o avispas de aquellos que no lo son.

¿Si soy alérgico al veneno de las avispas también lo soy al de las abejas?

No, en general no. Si bien parte de los componentes del veneno de las avispas es similar al de las abejas, es poco frecuente que una persona alérgica al veneno de avispas también lo sea al veneno de las abejas. Es más frecuente ser alérgico a dos especies diferentes de avispas.

¿Cómo se tratan las reacciones locales por picaduras?

Lo primero tras haber sufrido una picadura de abeja o avispa, es retirar el aguijón, si lo hubiese. En las abejas el aguijón esta unido al saco que contiene el veneno por lo que incluso si el insecto esta muerto el saco puede seguir liberando veneno e introducirlo en la piel a través de aguijón. A continuación, es recomendable lavar el sitio de la picadura y así evitar el riesgo de futuras infecciones. Dependiendo de la intensidad de los síntomas se puede aplicar alguna crema con corticoide tópico y frío local (hielo). Los antihistamínicos y corticoides orales se recomiendan si las molestias son muy intensas o en caso de reacciones extensas. Debe evitarse masajear la zona de la picadura, así como la aplicación de calor local.

¿Cómo se tratan las reacciones sistémicas por picaduras?

Además de las medidas generales, como lo son retirar el aguijón (si lo hubiese) y lavar el sitio de la picadura, la medida más efectiva para controlar y detener el progreso de una reacción grave por alergia a veneno de abejas y avispas es el uso de adrenalina. Es por este motivo que todo paciente alérgico debe tener un “kit de emergencia”. Estos kits tienen que contener al menos 2 autoinyectores de adrenalina, antihistamínicos y corticoides orales.

En caso de duda, si un paciente alérgico al veneno de abejas o avispas es picado debe de hacer uso del autoinyector de adrenalina. Los efectos secundarios producidos por la adrenalina son mínimos, mientras que los beneficios son máximos. Los autoinyectores de adrenalina pueden salvar vidas.

¿Cómo puedo prevenir las picaduras por abejas y avispas?

La mejor medida para evitar las picaduras por abejas y avispas es no acercarse a sus nidos. Como hemos mencionado anteriormente, estos insectos pican en la mayoría de las ocasiones porque se sienten amenazados y la picadura no es más que un mecanismo de defensa.

La mayoría de las picaduras se producen en los meses de abril a octubre. Estos son los meses en los que estos insectos aumentan su actividad. Tanto a las abejas como a las avispas, los colores brillantes, las fragancias florales, las superficies de las aguas y los alimentos dulces les atraen. Por lo tanto, si salimos al campo en estos meses debemos de evitar vestir con colores llamativos, utilizar colonias o perfumes afrutados, no dejar expuestas bebidas azucaradas como zumos o refrescos, eludir las riveras de los ríos y esquivar los campos con abundantes flores. Si a pesar de todas estas recomendaciones estamos en contacto cercano con alguna abeja o avispa no se debe de realizar movimientos bruscos ni rápidos, tampoco se debe intentar matar al insecto (en especial si este se encuentra apoyado sobre alguna parte de nuestro cuerpo). Muy probablemente el insecto se aleje por sus propios sin causar daño alguno.

Desde ClinicAL esperamos haber aportado información sobre las reacciones producidas por las picaduras de abejas y avispas bastante frecuentes en estos meses.

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Dr Federico de la Roca
Especialista en Alergología.
ClinicAL